El Boyo ¡Que vuelvan los bodegones!
- Maria Sol Kindt
- 15 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Para los amantes de la clásica Argentina, de la cena con familia o amigos, la cena ABUNDANTE. Para los que se antojan de comida casera antigua, esa que se condimenta con amor y un toque de “ni ahí te quedas con hambre”. Para todos ustedes, locas x la comida les recomienda El Boyo en la localidad de Villa Elisa. Una esquina nombrada patrimonio histórico de la localidad por haber sido el hogar de Mercedes Simone, “La Dama del Tango”. Antes funcionaba un almacén de ramos generales; incluso aún se pueden observar las bases de antiguos carteles de publicidad y luego un bar de billar. El actual dueño hablo con los viejos vecinos en el marco de una profunda investigación para que la esquina se viera como en esos años. Te transporta en el tiempo. Pero no a una época específica sino que te absorbe de tu momento, del stress y las corridas del día a día.
Sacamos dudas para que todos sigan leyendo tranquilos. Queda a metros de la bajada de la autopista Buenos Aires- La Plata, a la noche tardas entre treinta y cuarenta minutos desde micro centro en llegar. Tema precios, la relación cantidad-calidad- precio es perfecta!! No hay necesidad de romper el chanchito para ir. En palabras de “Coco”, el encargado: “No escatimamos ingredientes a las preparaciones, brindamos una buena atención y tenemos buenos precios”.
Ahora a lo importante: la comida! Nuestra elección fueron las Papas del Comisario! Una auténtica bomba. Papas fritas en su punto justo bañadas en una mezcla de quesos, cebolla de verdeo, morrón, panceta salteada, ... un manjar! Otra muy buena opción son las pizzas, abundante relleno, masa crocante. Los platos son otro destacado, están los típicos de pasta o carne mas guarnición o los clásicos de El Boyo, como La Fanfa, una pizza partida al medio rellena con lomito, lechuga, tomate, queso y ¡solo tu estomago sabrá que mas! También hay picadas. La común de fiambres, con milanesas o podes elegir la versión “del mar”.
El ambiente, como mencionábamos al comienzo de la nota, es muy argentino, un bodegón de los viejos. Y un buen lugar para aprender y convivir con el lunfardo! La carta es increíble de ver, las descripciones de los platos oscilan entre este dialecto y el castellano y por debajo del menú se puede acceder a un diccionario completo.
Recomendamos reservar en alguno de los dos turnos que ofrece la casa ( 20 30 o 22 30), porque siempre esta lleno! De lunes a lunes, todas las noches.
La regla es tirar la cáscara del maní al piso y disfrutar de la comida y de la compañía! No están permitidas las caras largas sin una pizza y un vino de la casa ni las mesas con charlas-via-whats app.
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